Acudiendo a mi llamada (Libre)

Habíamos llegado al parque, y habíamos entrado en la corte de las hadas atravesando el reflejo de la luna en el estanque.
Esperamos tranquilamente a que alguien viniese a conducirnos ante la reina y llevarnos al hada que debía ser curada.

-Siempre son tan lentas y me aburren demasiado, no tienen nada que contar las dichosas hadas...

[OFF: Aprovecho para estrenarme en el rol, ya que es libre y estáis en el hogar de los mios ]

Breena habia notado que entraban dos personas en el hogar. Como casi todos estaban ocupados, la mandaron a ella a recibirles. Antes de aparecer, les echo un breve vistazo: Magnus, que sorpresa. Ignoraba que fuese él el brujo que habian llamado. El otro era un muchacho... un nefilim, a juzgar por sus marcas y ropas negras.
Finalmente aparecio ante ellos, con andares elegantes y delicados, parecia flotar en el aire mas que caminar en el suelo.
Al llegar a su lado ladeó la cabeza y les miro sonriente.

-¿Quienes no tienen nada que contar?

Al oír unos pasos suaves que se acercaban aparté la vista de Alec y alcé los ojos hacia el pasillo. Me quedé estupefacto de la sorpresa, hacía décadas que no la veía. Puede incluso que hasta me quedase ligeramente boquiabierto.
Desvié la mirada de Alec a Breena, de Breena a Alec. Él no sabía nada... recompuse mi rostro, fingiendo que no estaba sorprendido, sino indiferente, como siempre, aunque demasiado tarde; sin duda Alec ya se habría dado cuenta de mi cara.

Sonrei, mientras me ponia mi chaqueta abriendo como pude un portal marchandome de alli, sin girar la cabeza realmente ofendido por aquello.

-Ni me busques..

Si antes me había quedado ligeramente boquiabierto, ahora la mandíbula se me había descolgado y debía de parecer uno de esos dibujos animados cuya barbilla alcanza el suelo. Sin duda había habido un malentendido... ¿Qué habría pensado Alec?
Tenía que detenerle, tenía que explicarle que lo mío con Breena fue hace siglos... literalmente. Con el ceño fruncido por la preocupación, chasqueé los dedos y cerré el Portal.

-Alec, por favor, escúchame. No es lo que piensas, de verdad. ¿Dejarás que al menos te lo explique? Después de haberme escuchado dejaré que hagas lo que quieras.

Y mientras esperaba su respuesta le dediqué una mirada asesina al hada.

-Que te den Magnus Bane no quiero saber nada de ti-abri el portal con mi poca energia que me quedaba pirandome de alli antes de irme me gire y le deje cuatro palabras-olvidate de mi ya