De noche(Magnus)

Llego a la discoteca habia quedado con el, me ajuste el cinturon y la corbata echandose colonia para estar perfecto mire a mis ojos azules en un espejo del baño.

-Venga Alec

Antes de entrar en la discoteca, observé mi reflejo en un cristal de la entrada. Iba como siempre: el pelo de punta, la franja de los ojos llena de purpurina, los labios azul oscuro, una camiseta negra con hebillas y unos pantalones ajustados de cuero.
Todo era como siempre, iba a ir a una fiesta, y encima mucho más light que las que montaba en mi casa, pero estaba extrañamente nervioso. Finalmente me decidí a entrar.
En el interior predominaban las luces de colores, la gente bailando y la música. Busqué con la mirada a Alec. ¿Dónde estaría?

Sigo en la discoteca a mi rollo, estaba en los lavabos pero no iba a salir de alli, saco mi movil y de repente empiezo a jugar al tetris muy nervioso.

-Joder Alec...

Me metí a base de codazos descarados y empujones entre la gente, buscándole con la mirada. ¿Dónde estaría?
Como me diese plantón, se iba a enterar de quién es el Gran Brujo de Brooklyn, pensé, sonriendo.

Sali del baño en plan triunfador, claro si iba a ligar esa noche, cogi a Magnus del brazo y me lo lleve al baño, echando a todo el mundo de alli susurrandole.

-Cierra la puerta, ¿sabras hacerlo brujito?

De repente, algo me agarró del brazo y me arrastró hasta el baño. Alec.

-Me subestimas, pequeño.-sonreí y, moviendo apenas un dedo, la puerta se cerró completamente como si hubiese sido con llave. Luego miré el baño y arrugué la nariz.-Este sitio no es muy agradable, espero que me distraigas para que no piense mucho en ello.-añadí ocultando una sonrisa.

Me empeze a quitar los botones de la camisa azul que llevaba sonriendome.

-Mmm

Alcé una ceja, sonriente. Como lo mio era una camiseta, me la quité de un tirón, agarrándola desde la nuca.

Sonrei dejando caer la camisa por mis hombros quedandome con el torso descubierto, mientras me desabrochaba el cinturon sonriendo.

-Igual te shockeas por esto

Le devolví la sonrisa, mirando con gusto su torso desnudo.

-Puede, aunque hay que esforzarse para sorprender a Magnus Bane.-le guiñé un ojo, pícaro.

-Igual en vez de una te puedo dar veintidos sorpresas cariño-sonrie-

-Eso estaría bien.-ronroneé.

Me quedo en boxer pero entonces paro y me tapo el bulto mirandole de una manera sorprendente.

-Emm esto, disculpa Magnus yo...

Entonces Alec paró de desnudarse y se tapó... ¿con pudor? Le miré comprensivamente. Quizá él aún no había acabado de salir del... armario. De acuerdo, tampoco iba a presionarle. Había vivido más de cien años, podría esperarle a él.

-¿Sí, Alec? ¿Ocurre algo? -le pregunté en tono amable, mirándole a los ojos.

-A tomar por culo-digo suspirando le agarro de la nuca y profundizo su beso- mmm

Me sentí orgulloso de que hubiese conseguido apartar sus prejuicios (o más bien los del resto del mundo) a un lado y hacer simplemente lo que él quisiese. Sonreí y le seguí ese beso.

Sigo besandole mientras me aparto un poco iba a ratos, la verdad...

-Uff

Seguimos besándonos, aunque él a ratos se separaba un poco y vacilaba. Desde luego, parecía todo, menos convencido de lo que estaba haciendo.
Tras un corto beso, me separé de él y le agarré de la barbilla para que me mirase a los ojos mientras le hablaba.

-Alec, no hagas nada por mi. Si no quieres hacer esto, no lo hagas sólo por mi. Y... si resulta que sí quieres hacerlo, ¿quieres que sea aqui? Esta mañana tu hermana dijo que se pasaría por Pandemónium; y resulta que yo tengo un apartamento no muy lejos de aquí que está bastante bien, la verdad. Y allí sólo vivo yo.-añadí sonriendo de lado.

-Yo es por mi hermana por la que estoy nervioso cariño, tu tranquilo que ahora ire a tu apartamento y me deshinibire por ti guapeton grr

Asentí con la cabeza, ya había imaginado que era por Isabelle.
Eché la cabeza hacia atrás y solté una carcajada.

-¿Vamos ya, entonces?-le pregunté guiñándole un ojo.

-Emmmm si claro, vamos hacia alli tengo ganas de estar desnudo sobre tu cama cariño-sonrie con fuerza- uff

Sonreí.
Le ayudé a vestirse de nuevo y luego salimos del baño en dirección a la salida de la discoteca.

Fuimos hasta la salida de la discoteca, le agarre de la mano y le mire deseoso...

-Llevame al mundo del placer Magnus Bane como nunca lo he sentido en mis 18 años...

Enrojecí violentamente, y balbuceé una respuesta; viendo por el rabillo del ojo cómo la gente se nos quedaba mirando.

-Tienes ochocientos años, no te pongas tan enrvioso niño-digo sonriente- uff